Por más que el hombre se empeñe,
en buscar la perfección, jamás podrá
igualar a la de Dios.
Podrá retocar rostros, para el mejor
marketing posible, el ropaje, la piel
los ojos, la sonrisa, los detalles,
Eso es algo que sin duda alguna ha logrado,
pero la esencia del Ser humano jamás
lo podrá hacer.
Vendemos imagen, marcamos pautas
y cánones de belleza.
Y nos olvidamos que mas allá del envoltorio
existe esencia, existe un ser con la Divinidad
de su Creador.
Nadie escribe lo que no tiene y lo que jamás a dado o sentido, así en cada letra, las palabras que en frases te susurro en cada terminaciones de piel, van descubriendo tu esencia profunda, calidad, sensible, emergiendo el sigiloso erotismo; tu sensualidad que estremece ante el roce y que como yo, despiertan en la alquería, dándo inicio a una historía sin concluir..... Letty.