Aquella libélula que otrora en tus manos deseo crecer, aprendió que para transformarse en hermosa Mariposa sufriría dolor, llanto, desesperación.
La joya más codiciada en las manos del artífice nunca sutileza encuentra, la hermosa filigrana debe doblegarse ante el fuego y el martillo.
El recorrido por la vida, nos trae enseñanzas añadidas, y no es recogiendo las piedras que nos de la certeza de no tropezar.
Mirarlas, advertirlas es la primicia de aprender a sortear los escollos, para seguir el rumbo.
Nunca pude ser tu mariposa de alas hermosas, que me posara sobre ti, fui apenas libélula que jamás pudiste liberar de su capullo.
No me diste el tiempo para rasgar mi encierro y elevarme en vuelo para sosegarme sobre esas manos que tanto Ame.
Quisiera ser libélula nuevamente y en otras manos descender de la enramada dónde reposaba, pues cuanto duele volar, pretendiendo en tus manos embelesarte, mientras permanecen cerradas pues no pudiste esperar.
Nadie escribe lo que no tiene y lo que jamás a dado o sentido, así en cada letra, las palabras que en frases te susurro en cada terminaciones de piel, van descubriendo tu esencia profunda, calidad, sensible, emergiendo el sigiloso erotismo; tu sensualidad que estremece ante el roce y que como yo, despiertan en la alquería, dándo inicio a una historía sin concluir..... Letty.