La lujuria de un deseo.......

Desde esta ventana, dónde los sueños se intuyen
y los deseos enardecen,
penetras en ella para arrancarme de la piel
el gemido de una entrega.

Un Amor que florece, unas frases que contrapuntean en perfecta dialítica.
Empiezas seduciéndome y sin temor, me rindo a tus brazos y tus añagazas.
Sigues mirándome así, penetrándome en esencia tras tus letras
al son y al compás del espacio permisible y elocuente,
sigue en ese andar, por ese camino que te descenderé lentamente
dónde los deseos recobran luminosidad,

deseando desleírte en mi piel,
impregnándonos cada fibra hasta arder como brazas ardientes
de pasiones silenciosas, dónde solo pueden ser etéreas,

en el mundo de los sueños.
Eres el etolio que doblegas mi mundo,

invadiendo mis valles y montañas
para dejar en mi dermis la indeleble huella de tu paso,

y la honda marca a la vez.
Silencioso besas mi piel furtivamente,

en búsqueda del manantial que sacie tu sed,

mis manos cual pincel desgrana cada espacio de tu cuerpo ardiente,

tus durezas evidentes ante el roce de mi tez blanca,

mientras corro recorriendo tu piel

como serpiente olfateando con mi lengua

para saber lo agridulce que deleita.
Volquemos este sentir culminándolo escalando una y otra vez a las estrellas

y cuando el deseo es intenso y la carne irrumpe

en su mayor plenitud al alcanzar la cúspide.
Quiero convertirte en la energía plena que transciende mi piel

cada amanecer en cada inspirar de la vida misma.
Te quiero como cada minuto del tiempo recorriéndome

y haciéndome vivir, resurgir una y otra vez.
penetrándote, adentrándonos en ese mundo de los espacios

donde el deseo silencia toda razón posible

y sólo conoce de instantes de entrega plena

donde los cuerpos dejan de ser ellos para ser borrasca.