21 de noviembre de 2007

Mar azul

Quisiera ser la mar azul
que acicala la playa en los días grises
del flojo otoño, mientras miles de gaviotas
descienden en los arenales, pretendiendo las caricias
de los rayos del sol para dar tibieza a sus alas,
y en vuelo surcar el cielo tras el disipar
de las nubes grises, planeando
como queriéndose dejar en lo alto
en las columnas de aire calido.

Quisiera ser ese mar constante en su camino
en sus tranquilas aguas envolver la vida, en sus entrañas.
Ser el abrazo perenne de quien siento mío
protegiéndoles de las corrientes heladas del ártico blanco.

Quisiera ser el oleaje que envuelve la arena
en un abrazo de intenso amor y dulzura
y ser quien moldea la roca dura a las orillas del acantilado
tornándolas en el escenario lujurioso
de la constancia de ser perseverante.

Ese mar, esa playa, dónde los sueños fluyen
en intensa pasión, piel, sol, arena.
Dónde los deseos rozan la piel en el abrazo del agua.
En un juego de quimeras de infancia, cuando se alzan al cielo
los castillos de arena.

Déjame ser ese mar y abrazar tu cuerpo cuando
mirando el horizonte buscas tu rumbo y tu norte.
Esa línea horizontal que se abre en un toque mágico
Que une dos imposibles, el cielo y el mar
En su amplio tono azul, ser el firmamento que te alumbra
las noches mas oscuras de soledad intensa
y ser la estrella polar que indique tu norte a navegar

Orgullosa de Ser Venezolana