Mire tus ojos y sentí el esplendor de mil vidas pasadas
que venían a mi encuentro, mancillando mil sueños .
Vi en tu mirar la poesía y el canto del ruiseñor
dibuje un castillo de arena, sin percatarme de la brisca
Concebí en cada roce el renacer de un nuevo amanecer,
sin mirar mas allá de los que mis anhelos quisieron ver,
advirtiendo un camino henchido de escollos,
sin fuerzas para evadirlos.
Precipitándome nuevamente en las arenas movedizas
del mil caminos inciertos.
Mire tus ojos y sentí el resplandor de las áureas unidas
deseosas de profanar la carne, de encontrar la cuesta final.
Otra vez el espejo del nuevo amanecer resquebrajado
troceado en mil sueños inalcanzables
el lamento de la esencia que cual cristales derrama
un lecho de quimeras inverosímiles.
Sigo aquí en la arenas de los sueños
abrigándome con las alas, tratando de tomar el folgo
para mantener encendida la luz de mi vigilia
para que encuentres fácil el camino a mí.
que venían a mi encuentro, mancillando mil sueños .
Vi en tu mirar la poesía y el canto del ruiseñor
dibuje un castillo de arena, sin percatarme de la brisca
Concebí en cada roce el renacer de un nuevo amanecer,
sin mirar mas allá de los que mis anhelos quisieron ver,
advirtiendo un camino henchido de escollos,
sin fuerzas para evadirlos.
Precipitándome nuevamente en las arenas movedizas
del mil caminos inciertos.
Mire tus ojos y sentí el resplandor de las áureas unidas
deseosas de profanar la carne, de encontrar la cuesta final.
Otra vez el espejo del nuevo amanecer resquebrajado
troceado en mil sueños inalcanzables
el lamento de la esencia que cual cristales derrama
un lecho de quimeras inverosímiles.
Sigo aquí en la arenas de los sueños
abrigándome con las alas, tratando de tomar el folgo
para mantener encendida la luz de mi vigilia
para que encuentres fácil el camino a mí.
