30 de junio de 2007

El sentido de la Vida misma

La vida pareciera en momentos, no tener sentido ni razón de ser, pero ella siempre nos dará la enseñanza necesaria, para comprender, que nada sucede por acaso, ni siquiera el aire que envuelve nuestras vidas.
Cuando queremos tenerla sometida a nuestras antojos, ella nos demuestra tener mayor poder que nuestra inteligencia, y siempre nos arrancará de las manos aquello que un día creímos nos pertenecía.
Buscar la esencia de la vida, es decorrer por un camino sin sentido y dejar pasarla sin saborear las cosas que apenas parecieran insignificantes, pero llenas de un gran principio.
Hoy, solamente después de haber recorrido por un pequeño sendero de vida, comprendo que más que convivir con personas, un solo abrazo puede llegar a significar la diferencia de estar rodeado de personas y no estar sólo.
Cuanto tiempo se pierde buscando y recopilando bienes, para demostrar que la vida nos ha sonreído abundantemente.
Si el atardecer puede provocar en nuestras vidas esa paz que fortuna alguna puede ofrecernos. El viento y la lluvia, el mar y el cielo es la música que llena a nuestras almas, y es la única que despierta en nuestras vidas esa sensación de ser viviente.
La humanidad misma, camina hacia su propia destrucción, alguien me comento un día que nada en la naturaleza nos podría destruir, y hoy comprendo esa esencia del pensamiento Tibetano, pues un terremoto no mata al ser humano, sólo lo que el hombre construyo para su propio provecho y mayor será la catástrofe, cuanto si la edificación no tiene parámetros razonables. Enfrentarnos contra la naturaleza, y su equilibrio es lo que desencadena nuestra propia destrucción y luego alegamos sobre la furia de la Naturaleza.
Saborear la vida y sus pequeñas cosas, debería ser el patrón de vida a seguir, pues como entender que la naturaleza, nos brinda grandes eventos y hermosas obras, en pequeños acontecimientos, como una gota de agua en las altas montañas, puede recorrer el camino y formar un riachuelo, que a kilómetros se transforma en río y luego nos brinda un Majestuoso Santo Ángel, Pues de esta manera se repiten todos los eventos de la vida misma. Sólo que nos olvidamos mirar esos pequeños detalles que la vida nos brinda como grandes obras.
08-2002

Orgullosa de Ser Venezolana