11 de junio de 2007

Recuerdos que alimentan los sueños

Cuando los años marcan las huellas de un largo caminaraun siendo joven para volver a comenzar, nos quedan en las manos los hermosos recuerdos que alimentan los sueños. Pues los años no siempre se ven en las marcas que dejan los años en la frente, sino en los retos y en los obstáculos que hemos tenido que sopesar.
Siempre he visto la vida como el camino que he de recorrer, los aciertos y fracasos no son culpa del destino, sino consecuencia misma de nuestras acciones. Por eso, culpar la vida de nuestros errores, es la forma placentera de negarnos a aceptar nuestras limitaciones mismas. Pues nadie es perfecto aunque se luche por serlo. Hoy miro el tiempo vivido y contemplo lo hermoso de sus recuerdos, aun mantienen el color del momento pues de ellos he aprendido y disfrutado intensamente de afectos y enseñanzas. Y ello me da la certeza de haber aprendido grandes lecciones. Ese visualizar me da la fortaleza para seguir escalando peldaño a peldaño la cima de la montaña sin mirar mucho cuanto me falta por recorrer, sino cuanto he podido ascender sin olvidar que mi meta es tan solo llegar a la cima. Por eso aunque parezca en instantes largo el camino y la espera interminable, siempre habrá un nuevo día que nos permita un algo más. Mirar el presente con la intensidad con la que deseamos, no ver tan solo el blanco y el gris, sino permitirnos ver el amplio espectro de la luz con el brillo de un arco iris.

Orgullosa de Ser Venezolana