15 de septiembre de 2007

Espacios

En tus manos se quemaron mis últimos inciensos La cómplice luz tenue de una vela se extinguió, desojándose mis postrimeras rosas. Espacios dónde fui tu ángel, niña, amante, y hermosa dama, de ellos sólo ha quedado el arenal intenso del desierto. Creí estar en tu alma como la dueña de tus pensamientos nunca intuí ser el epicentro de tus ruinas y desalientos. ¿No hay espacios a recuperar, ni importa ya de tanto y tanto deliquio?
Desvanecieron las sombras hasta el dejo impuro, y el sabor amargo.

Orgullosa de Ser Venezolana