Una vez decidí regresar al país del silencio
olvidando sus caminos y las huellas de regreso
creé una rosa que al verla desfigurara mis pensamientos.
Pretendí nuevamente estancar mis pasos
en un recóndito jardín y en él vislumbrar
el deshojar de los campos en otoño.
Descubrir un nuevo curso del agua
y verla brotar en las altas montañas
en el más silente de los bosques.
Quizás en mis penares sólo hallé lo que anhelaba
dónde sólo pretendí encontrar aquel mustio silencio,
En ese caminar únicamente encontré huellas desvaídas.
hallé tan sólo vestigios del más íntimo silencio.
