Quédate tan sólo un instantesi tu hombría te lo permite,
quédate y contempla mi belleza efímera,
este cuerpo de mujer dónde los años reflejan
el paso de los días.
Quédate y silencia tus pensamientos
y trata de ver mas allá de la mirada
en el ventanal del alma
si las edades son compatibles.
Si esta mujer que parecía un capullo de azucena
no fue la misma de quien posaste tu mirada,
la palabra pronta a servir de mano tendida,
las manos ávidas de soporte en tus días,
Hoy tan sólo, buscas un cuerpo fresco
que te haga palpitar como lo hiciste ayer
me pregunto tan sólo en la soledad de los muros,
si el espejo en que viste ahora,
no pueda ser el mismo en donde te mires un día
y aprender que los años son la magia del caminar
que los afectos son el soporte de los días grises
las ternuras alimento del alma,
el que alguien te piense, nos hace sentir importantes
el que alguien nos ame sin medida, nos hace grandes.
Quédate tan sólo un instante
en el espacio de los recuerdos
y mira las sendas recorridas
busca a la mujer alada como ángel místico
mira tus manos, las arrugas de tu frente
mírate en el espejo de los años,
No evoco el hombre joven, con el viví,
no mido ni comparo, la pasión se entibia
lo que jamás concluye es la entrega plena.
