Carencias......

Un encuentro, una mirada, un estremecer de dos corazones que lejos de querer conocerse apenas deseaban amarse.

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Ese día en ese encuentro clandestino tal vez el mutismo fruncía el tiempo, rehilando bolillo de aliento, esperanza y sorpresa. Dos corazones dos carencias de afectos que sin un beso se acariciaban más allá de la razón tan sólo con el corazón.

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Las miradas fijas temblorosos de emoción, bajaban el telón de la escena de una función que no hacía mas que empezar. Aún después del tiempo lo rememora como si fuera aún el mismo instante, marcado en su memoria y en su piel a fuego lento de los minutos trascendentales de ese eterno instante.

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Después vendrían días de oscuridad, noches nuevamente de soledad, con el sabor en boca de esa piel, donde se reconocían los tactos, donde las curvas tomaban sentido propio, más allá de la frontera de las formas, en el único lugar donde las escenas cobran vida nuevamente.

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Juegos de agua donde el deseo era el preludio que separaba el reencuentro; donde las lenguas cerraban espacios a las horas en besos.

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Los cuerpos se fundía en murmullos de vuelos al firmamento, de oleajes revueltos, elevando sueños; se transformaban, fructificaban y vigorizaban en surcos de caricias entre el antes y el después, y en la lejanía estaban presentes en el único lugar donde las escenas cobran vida nuevamente.

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Tus temores, miedos y desamores vencidos por la entrega dulce de ella. Ella despertando la mujer sensual que jamás conoció, así fueron enganchando el quicio del tiempo, entre colores de rubor y olores de sexo; sabiendo que en cada rincón de sus cuerpos topaban con el horizonte diluyéndose entre el cielo y la tierra.

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La esencia cobraba respiro en cada encuentro, tan sólo el sentimiento crecía sin que ellos se dieran cuenta, que vivían en total oposición sus horizontes jamás coincidirían ni sus anhelos satisfarían, pues tan sólo fueron protagonistas de alguna horas compartidas, dónde saciaban las carencias más crueles. El Desamor…