27 de agosto de 2007

Llanto de una doncella.



Cascada India Carú-Bailadores Mérida

Cuenta la historia que una Mujer de semblante indígena,
de cabellos lacios de tez imperiosa, sobria y humilde.
Llamada por los suyos Princesa Carú.
Solloza eterna en la cascada de Bailadores
clamando aún el retorno de quien con su alma tanto amo.
Triste historia la de un pueblo anegado en el dolor
de la codicia, del hombre blanco que en su anhelo de conquista
en el día de su boda, la vida de su amado liquidó.
Su pueblo sumergido en el dolor, a los pies de la princesa
el cuerpo sin vida de su amado coloco
mirando la princesa a la cima de la colina,
creyendo que el Dios de la Vida sobre su amado la luz divina volcaría
Subió la montaña cargando en brazos el cuerpo teñido de sangre de su amado.
El susurro de su llanto y su agonía, despertó la bondad del Dios
que recogiendo en sus manos las lágrimas de la princesa
la esparció por el espacio abierto de un pueblo quebrantado
elevando cual calina el alma de la princesa junto a la de su amado
dejando la esencia de un amor, fundido en forma de rostro humano en una piedra.
desde dónde brotan aún las lágrimas de la princesa
Dice la leyenda que aún las nubes recogen las lágrimas de todas las doncellas
que lloran por amor y en las tardes convertidas en copos de neblina
se arrastran por el valle recogiendo la fragancia de los frailejones
y de yerba-buena, para verter esas lágrimas
desde dónde yace el alma de la princesa Carú
Cayendo por la montaña cual velo blanco de novia.
Impregnando con el rocío del llanto las flores que se abren sigilosas al cielo
formando un ramillete de novia, en honor a esos novios que no pudieron
perpetuar su Amor y que ante la codicia humana sus vidas concluyeron
y que la bondad de su Dios ese Amor en la roca fundió.


Orgullosa de Ser Venezolana