Foto propiedad de Alfredo Cedeño.He permanecido leyendo y releyendo el libro de mi vida
Durante algún tiempo detenida ante imágenes, a las cuales me he aferrado
Durante tiempo las bajadas y subidas de ese humor de mujer mensual
Recordando, extrañando, añorando e incluso evocando.
Pero creo que va siendo hora de cortar el halo de plata que nos une.
No solo debo aceptar mis pasos nuevos, sino debo aceptar los tuyos.
Y tratar de no mirar el horizonte que caminas o pretendes recorrer.
Durante tiempo albergue en cada encuentro la esperanza de tu vuelta,
Pero cual soñadora siempre un sueño idealizado desde la premura de lo que siento, de lo que soy
Piel sudorosa, deseos silenciados, promesas desengañadas, un halo que más que bien
Nos destruye a los dos de igual manera. Es el momento de cortarlo.
de no mirarme mas en el espejo de lo que fui sino en la ventana de lo que seré.
Tomaste la decisión perfecta, en el momento perfecto por más que eso me pueda afectar
Y digo perfecta pues fue tu decisión. Ahora sólo me resta vestir la ropa de lo que soy yo
Y colgar el traje de lo pasado, de cerrar el libro y guardarle en el lugar dónde los recuerdos se disipan. . ES LA HORA DE DEJAR DE DECIR QUE HICE Y DECIR EN VOZ ALTA QUE HARE
Durante algún tiempo detenida ante imágenes, a las cuales me he aferrado
Durante tiempo las bajadas y subidas de ese humor de mujer mensual
Recordando, extrañando, añorando e incluso evocando.
Pero creo que va siendo hora de cortar el halo de plata que nos une.
No solo debo aceptar mis pasos nuevos, sino debo aceptar los tuyos.
Y tratar de no mirar el horizonte que caminas o pretendes recorrer.
Durante tiempo albergue en cada encuentro la esperanza de tu vuelta,
Pero cual soñadora siempre un sueño idealizado desde la premura de lo que siento, de lo que soy
Piel sudorosa, deseos silenciados, promesas desengañadas, un halo que más que bien
Nos destruye a los dos de igual manera. Es el momento de cortarlo.
de no mirarme mas en el espejo de lo que fui sino en la ventana de lo que seré.
Tomaste la decisión perfecta, en el momento perfecto por más que eso me pueda afectar
Y digo perfecta pues fue tu decisión. Ahora sólo me resta vestir la ropa de lo que soy yo
Y colgar el traje de lo pasado, de cerrar el libro y guardarle en el lugar dónde los recuerdos se disipan. . ES LA HORA DE DEJAR DE DECIR QUE HICE Y DECIR EN VOZ ALTA QUE HARE
