16 de agosto de 2007

Demasiado Hermoso como para no Compartirlo

Soñando y sintiendo el sueño del mar...
Simple, muy simple. Tanto como bajar unos escalones para el sentir el húmedo tacto de la marea en pausa. El cuerpo adentrándose a ritmo de lenta respiración, los músculos sin resistencia; el pensamiento navegando el piélago de la divagación. Es como sentir el propio mundo dentro de sí mismo; la realidad confabulando con la ficción. Dejarse mimar, acariciar, masajear. Dejarse envolver por la transparencia calma.Sumergirse en la esponjosidad de un cielo hecho agua; como cuando uno aprende a nadar, primero aprendiendo a flotar. El cuerpo nace con instinto de emerger, pero la mente extiende el poder entumecedor del miedo que es conquistado con el de la supervivencia.Un error, un sencillo y pequeño descuido y el mar es un lodazal en el que es imposible bracear, salvo con el incesante movimiento del ritmo de vivir.Sentir...La soledad, las relaciones, el peligro, los llantos, las cicatrices. Sanar en la serenidad de las aguas.Solo es posible sintiéndose


Su autora Noa.

Orgullosa de Ser Venezolana