Yo Amo a quienes digo Amar,
yo oigo sus susurros en el viento,
como un leve rumor de mil voces en el eco,
el murmurar de la fuente arrullado a los peces
o el balido de cordero en una pradera llena de verdor
Como los pájaros, que elevan sus alas al cielo
en busca de un hogar dónde arrullar a mil tonadas
con cada gota de rocío que se hace evidente
tan rápido asoma en los cielos
el primer rayo del alba, para regalar la cromatografía
en un despliegue de colores sin igual.
Como campanas que saludan con sus ecos.
Y en sus notas, prolongan el paso de las horas
por llanos y cerros en las estepas de mi pueblo.
hay algo de candoroso, de apacible y de halagüeño
en las tonadas huecas del campanario .
