Un día te dije que eras mi autor,
con tu mirada me dijiste que no
con tu silencio te negaste a serlo
con el murmullo de tus palabras
me dijiste que eras mi Jardinero.
Que eras el cultor de esa Rosa chispeante
que un día recogiste desecha y casi agonizante
y que abrazaste con el calor de los afectos
para rociarla de magia entera
y cobijarla con miles de estrellas.
Mas que eso siento que llenaste mi vida por entero
devolviendo la chispa de mis sueños
liberaste las venas permitiendo el flujo
de emociones convertidas en palpitante deseo.
Fuiste mi Jardinero si así lo deseas
Hoy eres quien acompaña mis afectos
Eres la magia que cubrió la Rosa marchita
cubriéndola de tu esencia por entero.
