16 de agosto de 2007

Cuerpo ardiente....

Dormitaba casi febril queriéndote soñar y desdibujar en mis sueños tu cuerpo desnudo tatuado en mi piel.
Escudriñándote entre las nube de mi subconsciente, sabiéndote oculto en el interior de mi pasión y tratando de hallarte en la inmensidad de mi piel.
Ansiándote, como el aire mismo que me es necesario para vivir, queriendo tejer entre tu cuerpo y mis dedos el tapiz sensual de nuestra unión.
Famélica de sensaciones cálidas que solo tu contacto, el recorrido de tu senda voluptuosa puede saciar.
Anhelosa de tu atrayente exquisitez. Queriendo embriagarme con tu esencia vertida en mí copa. Apresarte entre la telaraña de mis ardientes vehemencias. Arrastrarte al epicentro de la erupción del volcán de mi cuerpo, que es el tuyo.
Conferirte mi rebelde resistencia, rindiéndome al poder que ejercen en mí tus caricias. Sueños de noches de claro de luna, siempre fiel compañera en tus ausencias.
Roces... si, roces anhelados, revividos en sueños. Despierto por la agitación que el realismo de los sueños provoca. Te noto junto a mi, tu cuerpo protegiéndome, tus brazos rodeándome. Siento la vida en el sueño, o sueño la vida. Arrullándome, desbordando el rió de mi lujuria; incitadora incitada, me devuelves al sueño. Devolviendo la vida a la que se dice ser Seductora inigualable del Arte de vivir amando el Amor mismo.

Orgullosa de Ser Venezolana