Siento tu presencia en cada poro de mi piel, aunque miro a mi alrededor y sé que no has vuelto. Estas en cada luz del infinito , en cada recuerdo vivido y en cada imagen compartida.Permaneces en las sombras grises de mi ayer, pues el tiempo ha hecho las imágenes borrosas, estás presente en cada cosa que plasme para ti e incluso en cada hijo que lleva tu esencia.
Jamás podre verte como el Padre de mis hijos, sino como a quien ame intensamente y sembró en mi los retoños que crecen lejos de mi, aún estoy persiguiendo un hoy que no es más que un olvido de miles de momentos. Busco un hoy dónde ese rayo de luz, se torne realidad y presencia.Una llama encendida de luz en el horizonte de un atardecer que de luz a mis noches de agonía en la soledad de unos brazos dónde reposar mi cuerpo.
Sola, ante el crepúsculo de la vida, formando esa infinita pared para alejarme poco a poco de tu vida, me fundo con el tiempo; acariciada por los brazos de la suave brisa me dejo llevar.Ya mi cuerpo no tiene un ápice de fuerzas para revolotear la esperanza de tu retorno.
Otra será quien siembre tu cuerpo de mil sensaciones nuevas, de mil caricias recorrerá cada espacio de tu Ser. y no me alegro por ella, sino por Ti, pues tienes derecho a Ser feliz.
Te diviso en el horizonte, con la certeza de nunca volver a poseerte, seguirás existiendo en cada poema, en cada frase que escribo hilando palabras con la esperanza de que lleguen en un suspiro susurrado que pueda hacerme presente en tu piel.
