Cuando el Amor toca el corazón
el deseo de estar es fuente de emoción
no hay barreras que detengan
la furia impetuosa del sentir.
Se recorren espacios inimaginables,
sensaciones irrefrenables
deseos, nunca antes sentidos.
Cuando el Amor va mas allá de las miradas
y se penetra el alma y se ven respuestas
compartida a ese sentir, ni la razón misma
logra silenciar el grito estremecedor del silencio .
Cuando la magia cubre de pronto dos siluetas
y esboza una burbuja dónde solo dos caben
anulando espacios vacíos y distancias posibles.
Así de simples es el aroma del Amor
se siente desde lo lejos, pero cuando el viento sopla
en nuestra dirección.
Es cuando llamamos el Amor a primera vista
sin dejar de ser dos individualidades
que se complementan, para crecer y unificar espacios.
Es ese despertar de orugas en el estómago
que se convierten en las mariposas soñadoras
de ver junto a nuestras huellas
las marca de quien a nuestro lado camina.
El amor cual rosa en el jardín se alimenta de esa cotidianidad
de ese instante, de ese detalle, de esa palabra, de esa caricia,
se alimenta de la existencia misma de dar en cada entrega.
