Ardo como leño seco
ardo como la brasa viva
ardo con el fuego de la vida.
Ardo como flama que envuelve la llama.
Pues la vida crece y se eleva como el humo
dando señales de vida en el horizonte más lejano.
Convirtiéndose en señales que gritan
Vivo no por vivir sino porque deseo vivir
Siento no por sentir, sino porque deseo sentir.
Ardo como leño seco sin serlo
como brasa viva sin ser carbón
como fuego de vida que llevo en mi
como la flama ardiente que alumbra y cobija
Siento el alma elevarse en instantes y ver desde arriba
la esencia del mundo a mis pies.
Busco encontrando, y abrazando a la vez
la vida que se me regala cada día.
Esa llama que llevamos en el corazón
que nos abraza cada día en la esperanza del amanecer
en la lucha del camino, venciendo los temores
arriesgándose para enfrentar los miedos y fracasos
saboreando el triunfo de la constancia y el empeño.
Ardo cual madero seco sin marcas del tiempo
ardo como la llama sin dejar marcas de su paso
ardo como la mujer que te mira desde el ocaso
y que se permite arder de deseos también.
