2 de julio de 2007

El retrovisor de los recuerdos

En un lugar de la Mancha........., con esa frase comienza Cervantes su obra inmortal.
Sólo podría decir, que no pretendo ser como Él, tan sólo quien soy, que en un lugar junto a mi alma, existe un libro de página en blanco, dónde aún mi historia debo de escribir, pues la vida es una obra que jamás concluimos.
Mi sueño dorado, sería poder devolverme en medio se sus hojas, y editar nuevamente aquellos capítulos que quedaron sin concluir, y llenar los vacíos que puedan existir, o talvez modificar alguno cuyo contenido no fue tan certero.
La vida, tan sólo conoce una dirección, no permite retornos posibles, es su única condición y creo que es sabía en esa determinación sino, mas que seguir su curso, viviríamos tratando de moldar las situaciones a nuestro deseo.
Desde la visión en el retrovisor de los recuerdos tan sólo puedes aprender de lo que dejas atrás. El paso del sendero te da la oportunidad de poder Amar los bellos recuerdos, pues esos instantes siempre serán hermosos capítulos que deseas conservar en su integridad. Pero te da la fortaleza de mirar en los no tan bellos, ellos de igual manera marcaron en tu vida un icono, a ellos también debes amarles, pues ellos te enseñaron el valor de muchas cosas, te dieron la templanza de salir adelante, moldando tu carácter, forjándote, ellos se tornaron en enseñanzas que pueden ayudarte en nuevas experiencias.
Algunos de esos recuerdos, nuevamente te traerán a la boca un amargo sabor, pero ellos también sembraron en ti la fortaleza, para poder cerrar una hoja. Creo que de ellos podemos visualizar lo hermoso que fueron, y aceptar que debió suceder, no dependía de nosotros que su permanencia se mantuviera en el lugar que ocupaba.
Así se compone el sendero de la vida, de aciertos y fracasos, de logros y derrotas, de una lucha constante que libramos muchas veces con nuestro propio Ser, pero cuya realidad nos arropa para hacernos iguales, pues nuestra esencia humana siempre estará en busca de la perfección.
Seguiré escribiendo cada frase, cada parágrafo, cada página con la certeza de que desde la premisa que mis verdades no siempre serán valederas ante tus verdades. Cómo alguién me dijo una vez: "Mido mis actos, pues se que no puedo corregirlos, sino aprender a vivir la consecuencia de los mismos."

Orgullosa de Ser Venezolana