Tus labios dejaron a un lado el sabor de los míos
ya mis dedos olvidaron el sabor de los tuyos...
No soy tu dueña ni eres tú el mío así dicen
Pero jamás nos sentimos dueños realmente.
Soy solamente la sirena que llora por tu partida
sobre el vasto mar de mis sueños.
Soy un poema escrito en las páginas anónimas
en lengua desconocida y extraña.
Soy el fruto de muchos caminos recorridos
Que se encuentra solamente una vez
en un horizonte lejano ...
Tus palabras aún siembran en mi pecho
mil estrellas de plata que dan luz a mis días
que se clavan en mi corazón, donde nacen las esperanzas
y tréboles de cuatro hojas esperando un imposible .
Aún oigo el tono suave de tu voz en mi oído,
recordando el olor excitante de tu aliento
en mi cuello de mujer, dentro de mi han brotado
y se deslizan ferozmente como oleaje enardecido
en una mar de atardecer desconocido el deseo .
Mi cuerpo deseoso de ser esa flecha que traspase
en tus manos los muros impenetrables de tus sentimientos
que lanzarás a un mundo de imposibles
llevados por el viento, que hicieras deslizar por mi piel
tus manos entregadas al amor.
