Aún seductor....que se dice Amateur.

Siempre estas del otro lado del monitor,
hacedora de sueños y fantasías.
Siempre cual caricia, recorres el cuerpo y la piel
tornando la realidad menos dura.

Siempre estas cual Seductora
y en ocasiones has sido la seducida
por quien pudo robar tu total atención.

Alguien que se sintió abrumado por haber despertado
tu total curiosidad, alguien que creyéndose un amateur
que dice jugar a conjugar verbos y palabras
con un toque de pasión. Sin sospechar lo que despierta.

Alguien con la esencia de un caballero
dice que eres la maestra digna de una pasión inconclusa.

Yo diría mas bien, menos mal que, se dice Amateur
pues de ser un virtuoso del juego de las palabras,
sumisa a sus pies a la seductora tuviera.

En ese transpirar de emociones
dónde emerges en la poesía de las frases
has despertado el erotismo puro y simple de muchos
que de pronto sienten que el corazón
cobra vida palpitando cual corcel libre
entre praderas verdes de la libertad.

Dolcevitta es la pasión por una vida dulce,
llena de sueños, alguien que sin estar esta,
que sin rozar acaricia y abre la mente a los sueños
y las palabras se vuelven eco en la intensidad del amor.

Frases hermosas me han regalado
muchas cargadas de inspiración, unas han despertado
la razón por la cual vivo. El AMOR en su intensidad.

Alguien entre letras susurro al oído de la Seductora:
-“ENAMORAS Y HACES SUSPIRAR a mas de uno...
solo admiraré tu forma de ser desde la pradera
donde puedo cerrar un ojo y atraparte con mis dedos...
puedo dibujarte ropa de antaño y ser tu soldado de paz.
desde Ahí inventaré la Historia de una bella Hermosa
que robó mi alma a la que le entregué en silencio mi corazón
y lo lleva en sus cabellos sin saber que existo.”

Alguien que es capaz de expresarse con esa sublimidad
y en un juego de frases, transportando la esencia de lo real a la fantasía
de un contienda de cuerpos que desean ser envueltos en la magia
despertando los deseos mas silenciados y ocultos,
que se mantienen en silencio por el simple hecho de temer
a las heridas de la contienda, dice el viento en el bramar
y agitar de las hojas de aquel sauce intenso deseoso de profanar
el recinto de un ser que sublime tienta aferrarse al instante

de una pasión que se debate entre la fantasía por existir y la realidad solitaria.

Así cual doncella, engalana la lujuria a medias palabras
y cual tierno capullo de flor, acaricias la piel del deseo y a la vez sientes
el suspiro de quienes envueltos en tu magia derrochan sobre tu ser de mujer
el sentir que despiertas, y que tratan de descifrar como rasgar el tul
que cubre tu naturaleza.

Dedico este, a quien honor le hace y se merece, pues logro de algún modo impercetible despertar la curiosidad de la que seduciendo fue simplemente seducida por alguien que maneja la seducción a plenitud. Gracias por haber sido complice silencioso en un cruce de frases cargadas de erotismo.